Es muy habitual que a finales y a comienzos de año nos planteemos muchos deseos de mejorar aspectos de nuestra vida como la salud, el trabajo, los ingresos económicos, el tiempo libre….etc. De esto hablamos en la última sesión de Coaching para ti en el programa enComunicación.
A veces algunas de estas buenas intenciones no superan la semana de “vida”. Las olvidamos con la rutina diaria, las posponemos para otro momento, nos parecen muy difíciles de poner en marcha….
¿A quién no le ha pasado esto alguna vez? Esas intenciones eran sólo eso, deseos.
Ahora bien, si estamos plenamente convencidos, podemos transformar esos deseos en OBJETIVOS estableciendo la fecha en que queremos que se cumplan.
Es muy importante que escribamos también las metas que marcarán el avance en nuestro objetivo, puesto que son los pasos que daremos para conseguirlo.
Superados estos obstáculos internos, nos sentiremos motivados –impulsados para la acción- y con la máxima ilusión como combustible. Estaremos plenos de energía positiva, confianza y entusiasmo para recorrer nuestro camino.
Pero el camino a veces es sinuoso, tiene retrocesos, llegan fuertes tormentas que no nos permiten avanzar como hubiéramos querido.
Todos estos y muchos más obstáculos –internos y externos- estarán muy presentes en el camino elegido y tendremos que correr nuestro propio “rally” poniendo en ello todo el empeño, esfuerzo y coraje del que seamos capaces para llegar a destino.
Los doctores Loggat y Castro, -en El libro neurótico-, citan cómo podemos dar formar a nuestra propia vida.
Mencionan una encuesta realizada entre los estudiantes de la Universidad de Harvard en 1953. Una de las preguntas era sobre los objetivos que se habían fijado para su vida: ¿qué querían conseguir en el futuro? También se les preguntaba si habían establecido la fecha en que esperaban alcanzarlos. Para asombro de los encuestadores, sólo el 3% del grupo se tomó el esfuerzo de escribir qué querían hacer con su vida.
Al cabo de 20 años se volvió a reunir a todos los entrevistados y ese 3% que había establecido sus objetivos desde el inicio por escrito, había alcanzado más logros económicos y sociales que el 97% restante. Además se sentían más satisfechos, saludables y con una mejor disposición ante la vida que el resto del grupo.
Un objetivo es un propósito, es mucho más que un sueño. Es el sueño encaminado a realizarse.
En definitiva, SOÑAR si…. Y PLANIFICAR para hacer el sueño realidad.
Como es habitual también puede escucharse en el Canal de Ivoox http://encomunicacion.ivoox.com y en el Podcast de iTunes poniendo “encomunicacion” o descargarte el audio completo.
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